En esta novela se encuentran las características más típicamente zolianas y naturalistas: el estilo, sellado por una especie de amplio movimiento oratorio y lleno de aciertos cuando trata hechos colectivos, y la temática, alentada por las doctrinas materialistas y deterministas de la época. Naná es una mujer que trabaja en la escena, donde, pese a sus escasas calidades artísticas, triunfa esplendorosamente por su agresiva belleza física. Además de contarnos la vida de esta mujer, Naná aglutina en sus páginas la descripción fiel de la decadencia de una clase: la aristocracia que se ve suplantada definitivamente ya por la burguesía adinerada y laboriosa.